sábado, 25 de abril de 2009

Hij@s del quinto Sol... Lean entre líneas - Keny Arkana

Estos son los jóvenes a quienes Ernesto Sábato les escribe su Pacto entre derrotados. Estos chic@s nos dan el aire que permite que este mundo siga respirando. Emocionante, conmovedor, profundo, esperanzado, luminoso, un rayo de amor.


Keny es hija de argentinos... aqui hay otro video exclusivo para argentos!

jueves, 23 de abril de 2009

Este es el material con el que contamos...


Hola a tod@s mis amig@s y compañer@s de viaje en este maravilloso y atrapante Proyecto de dejar fluir los sentimientos verdaderos, sin que la razón nos traicione.

Quisiera dar mis motivos por el cual estoy Volviendo a la Fuente.
Son muchos, y se van multiplicando…

A medida que re-encuentro viejos compañeros….

Muchas veces desde niño y por suerte tenía la capacidad de ver lo simple, lo que me rodeaba en plena naturaleza y solo. Como vuela un pájaro, como se hacen sus nidos, el ritmo natural de vivir sin medidas, la lucha por sobrevivir y también la entrega por sus hijos, miles de veces he visto pajaritos muy pequeños enfrentándose a halcones que triplicaban su tamaño pero junto a sus vecinos luchaban por sus hijos. Eso me dejó una huella muy marcada.

Con el pasar de la vida y ya con 41 años, después de vivir muchas cosas, ser papá, haber viajado por muchos motivos, veo como nuestra sociedad perdió lo simple de la vida, nos atrapó en un camino de falsos premios, desgarrando a sus miembros más débiles, dándoles falsos valores que solo conducen a ser un individuo egoísta e infeliz que solo piensa como unidad no respeta a sus congéneres y a su entorno.

No voy a entrar en detalles ya que debería de escribir 5000 páginas.
Mi aporte a este proyecto común es sumarme a iniciativas que devuelvan al ser humano la capacidad de entender y respetar, partiendo del entendimiento que somos un grupo una sociedad y no un ente individual.

Mi forma o aporte personal para expresar este sentimiento, será el desarrollo de métodos para la obtención de energía sin dañar el entorno y que sea de uso libre y cero costes para los proyectos comunes.

Trabajar desde mi actual posición para dar soporte espiritual y económico a los primeros valientes que ya se están asentando en el lugar, eso lo puedo hacer de muchas formas en Noviembre cuando viaje para Argentina trataré de hablar con todos y empujar hacia el mismo lado.
Conectar a personas con el proyecto, darle difusión y apoyo de todo tipo dentro de las medidas de mis posibilidades.
En resumen esto es lo que pienso y deseo.

Creo firmemente en el ser humano y la dignidad como bandera, no me gusta el modo en el cual nos tienen idiotizados, no quiero eso para mis hijos ni los hijos de nadie, quiero que este proyecto sea un reflejo para la sociedad de que “La utopía es posible” que con el amor incondicional y la entrega desinteresada se puede cambiar el rumbo hacia donde vamos.

Estoy muy comprometido creo mucho en ustedes y si hace falta daré mi vida entera a que esto comience.
Un abrazo enorme los quiero mucho,
Iván

sábado, 18 de abril de 2009

Sirviendo Amor - Serving Love

Este video es en inglés. Fue creado por estudiantes de la universidad de Akron Ohio y muestra el bellísimo servicio que unos devotos de Krishna están haciendo. Me trajo muchos recuerdos porque cuando llegué a los Estados Unidos esto fue lo que yo hice por poco más de dos años en Florida State University junto a mi esposa y dos parejas de amigos brasileros. Cocinábamos y servíamos para doscientos a trescientos estudiantes todos los días con un espíritu muy similar al que tienen estos chicos.



Buscando en la web encontré el portal del viejo Bhakti Yoga Club atestiguando mi servicio en el campus de FSU en Tallahassee. Esta página tampoco fue hecha por nosotros sino que fue un proyecto de clase de unos estudiantes que venían a comer lo que ofrecíamos. Es un milagro que aún esté en pie.

En el link "Prasadan distribution Menu" pueden ver una foto mía sirviendo alimentos vegetarianos con Takeshi Watanabe, un estudiante de japón con quien nos hicimos muy amigos. En la sección Staff Biographies tenemos una breve descripción de los miembros de aquella época (1998)

Entramos como giles pero al menos concientes....

Si te interesa leer e informarte sobre las implicaciones de pertenecer a las redes sociales como Facebook, My Space, Twitter, etc. Leéte este artículo que encontré en www.elargentino.com antes de venderle el alma al diablo!

Espías en la red
16-04-2009 / En dos años revolucionó las relaciones sociales. Pero detrás del fenómeno asoma la CIA, un gurú de derecha y las multinacionales que obtuvieron la mayor base de datos global.
Por Equipo de Sociedad


Tiempo atrás, el escritor y periodista Tom Hodgkinson trepó el muro y vio qué se escondía detrás para luego contarlo en una investigación del periódico británico The Guardian.

El intrépido Tom corrió la máscara de Facebook, la red social que en sólo dos años –desde que se abrió a todo el mundo– sumó a 200 millones de usuarios que desnudan su intimidad en la Web.
¿Qué vio Hodgkinson, entonces? Que, agazapados atrás de ese joven brillante de Harvard llamado Mark Zuckerberg, creador de Facebook, asoman socios de linaje neoconservador y férreos vínculos con la CIA. El resultado del informe es, sin dudas, una trama intrigante de espías e inversiones millonarias, aplicada a un panóptico universal que encontró en las nuevas tecnologías una herramienta, al parecer, implacable.

A diario se incorporan a Facebook 500 mil nuevos usuarios. Ya se crearon 200 millones de cuentas –casi cuatro millones en la Argentina, donde es la principal red social–, que convirtieron a este territorio virtual en el sexto país del mundo en cantidad de habitantes. Se estima que para 2011 superará los 500 millones de personas.

Cada una de ellas derrama en la red información personal que incluye fotos –850 millones al mes–, historias, amistades, gustos de consumo. El caudal informativo se ajusta a golpe de encuestas diversas y permanentes, lo que le permitió a Facebook elaborar, probablemente, la mayor base de datos del planeta, a la que empresas globales –Coca Cola, Sony Pictures y Blockbuster, por citar algunos ejemplos– han tenido acceso, según el diario británico Sunday Telegraph.

La red despertó la fiebre del reencuentro. “X te agregó como amigo (a) en Facebook” es una frase que se repite a diario en los correos de todos los que alguna vez se asomaron al mundo FB. Lo mismo sucede con invitaciones a eventos de todo tipo. La interconexión permite que se vuelvan a ver las caras –si no en persona, al menos virtualmente– ex compañeros de escuela, parientes lejanos, ex novios, hasta padres que les habían perdido el rastro a sus hijos (ver recuadro).
Pero detrás de esta plataforma amistosa, los usuarios podrían estar durmiendo con el enemigo, según los secretos que descubrió el periodista inglés, que considera a la red “un experimento social de perfil neoconservador”.

Sólo hay tres directores de Facebook: Zuckerberg, su creador; el inversionista Jim Breyer, y Peter Thiel, inversor de capital de riesgo y filósofo futurista considerado un genio por las compañías cibernéticas de Silicon Valley.

Thiel es un alemán nacionalizado norteamericano, acusado por la revista Fortune de pertenecer a un grupo mafioso y tener un asistente uniformado con quien se mueve en un McLaren de medio millón de dólares. Cofundador y presidente del sistema de pago en línea PayPal, Thiel es coautor del libro El mito de la diversidad, un ataque minucioso al multiculturalismo. Durante sus años en la universidad, fundó un periódico de derecha llamado The Stanford Review. Hoy es miembro de TheVanguard.org, un grupo de lobby que se define a sí mismo como “una comunidad en línea de norteamericanos que creen en los valores conservadores, en el libre mercado y en limitar la interferencia del Estado”, y adhiere a las políticas de Reagan y Thatcher. Thiel admite que quiere reemplazar el mundo real, que llama “naturaleza”, por un mundo virtual.

Como PayPal, que nació con la creencia de que se puede encontrar valor no sólo en los objetos sino en las relaciones humanas, Facebook –que no fabrica absolutamente nada; conecta relaciones que ya existían– es otro experimento capitalista de manipulación global: “¿Se puede hacer dinero con las amistades? ¿Puedes crear comunidades libres de fronteras y venderles Coca-Cola?”, son las preguntas que resumen su concepto, según Hodgkinson.

El mentor filosófico de Thiel es René Girard, un gurú de Stanford para quien la gente se mueve en rebaños, como las ovejas: se copia una a otra sin mucha reflexión. La teoría explica tanto la creación de burbujas financieras (todos apuestan a las inversiones a las que apuesta la mayoría, hasta que explotan) como la enorme popularidad de Facebook.

Finalmente, a Thiel le encantan los paraísos fiscales y la idea de que el 40 por ciento del dinero del mundo está entre Vanuatu, las Islas Caimán, Mónaco y Barbados.

El tercer miembro del directorio, Jim Breyer, invirtió 12,7 millones de dólares en Facebook en abril de 2005 y está entre los directivos de Wal Mart y Marvel. También fue presidente del National Venture Capital Association (NVCA).

La más reciente inyección de capital a Facebook –27,5 millones de dólares– fue liderada por Greylock Venture Capital. Uno de los socios de este fondo de inversión es Howard Cox (también ex presidente de NVCA: todo está conectado) y miembro del directorio de In-Q-Tel. Esta empresa con nombre de compañía telefónica es el ala de inversión en capital de riesgo de la CIA, creada en 1999 con la misión declarada de “identificar y asociarse con compañías que estén desarrollando nuevas tecnologías para ayudar a proveer soluciones a la Agencia Central de Inteligencia” estadounidense.

Aun si no estuvieran colaborando con información para los espías, los dueños de Facebook no podrían haber soñado con un negocio más redondo. Sólo tienen que sentarse a ver cómo millones de adictos a Facebook ofrecen de forma voluntaria información sobre su identidad, fotos y listas de sus objetos de consumo favoritos. Esta gigantesca base de datos es vendida a los anunciantes, según Zuckerberg, “para tratar de ayudar a la gente a compartir información con sus amigos sobre las cosas que hacen en la red”. El 6 de noviembre pasado, Facebook anunció que doce multinacionales –Coca-Cola, Blockbuster, Verizon, Sony Pictures y Conde Nast, entre otras– se habían unido a la red.

Aunque Facebook no tiene oficinas en América latina, las marcas argentinas descubrieron su potencial en el último semestre del 2008. Algunas, como Chevrolet o Sony Ericsson, eligen un juego on line; otras –como Brahma, el Banco Supervielle, Topper o MTV– generan su propio espacio donde los usuarios se hacen fans, comentan los productos e interactúan. La marca de procesadores Intel prefirió hacer un juego de preguntas y respuestas para el Día de la Madre; Bon-o-Bon pidió a los usuarios que dejen deseos, y Pepsi alentó a que los cibernautas suban sus fotos para la promo Indemnizame. Para probar la fidelidad de sus clientes, Burger King fue más lejos: por cada diez amigos que uno eliminara, le regalaban un sandwich. 82.771 facebookeros sacrificaron a 233.906 amigos antes de que Facebook presionara a la empresa para terminar la promo (que iba contra sus intereses de multiplicarse).

El concepto de Facebook es claro: va a buscar a la gente donde la gente está. Y en la segmentación está la clave para los anunciantes: es posible llegar sólo a porteños de 30 a 40 años, o a fanáticos de determinado género para anunciarles la salida de un disco. Con 5.000 pesos, cualquier empresa puede hacer pie en la red.

“Compartir” es la palabra de Facebook para “publicitar”. Cuente que le gustó una película y apenas se estrene una similar, puede estar seguro de que le enviarán un aviso. Y si se toma el tiempo de leer su política de privacidad, se dará cuenta de que la “privacidad” es un concepto que Facebook no se toma en serio: al publicar cualquier dato en su perfil, uno le otorga a Facebook una licencia “irrevocable, perpetua, no exclusiva, transferible, plenamente desembolsada y mundial para usar, copiar, reproducir públicamente (...) y distribuir dicho Contenido de usuario para cualquier fin, ya sea comercial, publicitario o de otro tipo”. Claro, el contrato es razonable y estipula que, si uno cerrara la cuenta, esta licencia quedará revocada. “No obstante, reconoces que la Compañía podrá conservar copias archivadas de tu Contenido de usuario”, aclara. Muy tranquilizador.

A mediados de febrero, Facebook cambió estas condiciones adjudicándose el derecho ilimitado para usar la información aunque el usuario cerrara su cuenta. Ante las protestas, dieron marcha atrás y pusieron a consideración un nuevo reglamento, que se votará entre el 16 y el 21 de abril. Esta forma de proponer cambios mediante globos de ensayo –y ver si pasan la prueba de la aprobación pública, o no– parece una práctica habitual de la empresa, que ya había tenido dos conflictos al pasar la raya e inmiscuirse en las conductas privadas.

En 2007, FB puso en marcha un programa llamado Beacon, que informaba tanto a los amigos como a las empresas de todas las compras online de cada usuario: la protesta, a la que se sumaron más de 50.000 facebookeros, logró que se detuviera su aplicación. Pero no ocurrió lo mismo con el News Feed, otro software que informa todas las novedades de la vida de los usuarios, desde que agrega una foto hasta los cambios en el estado civil: si uno tiene la alegría de casarse, o la desventura –alegría para algunos– de volver a ser soltero.

Para dar una idea de la cantidad de información que, inocentemente, uno va entregando sin tener mucha idea de su destino, el gobierno inglés anunció a fines de marzo que, en el marco de su estrategia antiterrorista, planea espiar y almacenar información de redes como Facebook y MySpace (orientada a la música). Almacenará en una gran base de datos cada contacto telefónico, e-mail y página web visitada. No espiarán los contenidos de los mensajes y conversaciones entre los usuarios, aseguraron... aunque si consideran que hay posibilidades de cometer un delito, sí podrían hacerlo.

Al mismo tiempo, la Comisión Europea le solicitó a Facebook y otras redes que las cuentas
abiertas por menores de edad sean por defecto “privadas e inaccesibles” a través de los buscadores. Ahora, cualquier usuario puede obtener información personal de otros navegantes con sólo introducir su nombre en el buscador, con los riesgos que esto implica.

Este es sólo uno de los debates sobre quién maneja la información publicada en Facebook. Una discusión que crece es qué sucede con los perfiles cuando la persona muere, algo que no está contemplado aún. Cuando el periodista William Bemister murió, su hermana Stephanie escribió a la división de privacidad de FB pidiendo educadamente que dieran de baja su perfil. Facebook se negó: “Convertimos en conmemorativas las páginas de las personas fallecidas –le respondieron–. El Muro (una sección para dejar un mensaje visible al resto de los contactos) queda para que amigos y familiares puedan escribir en su memoria”. Finalmente, después de hacer público su reclamo, logró que lo cerraran.

Desde los gustos personales, la ciudad donde vive, sus contactos y amigos hasta las salidas y qué productos consume, todo está en –y es propiedad de– Facebook. Un nuevo Gran Hermano que, a diferencia del de George Orwell, construido desde arriba como un aparato totalitario impuesto por la fuerza, todos, clic a clic y subida a subida, ayudamos a armar. Pero alguien está mirando, y usando, toda esa información.

Nos vemos en Facebook ;-)

domingo, 5 de abril de 2009

Pacto entre derrotados - por Ernesto Sábato


Hemos fracasado
sobre los bancos de arena del racionalismo
demos un paso atrás y volvamos a tocar
la roca del misterio

Urs Von Balthasar

Te hablo a vos, y a través de vos a los chicos que me escriben o me paran por la calle, también a los que me miran desde otras mesas en algún café, que intentan acercarse a mí y no se atreven.

No quiero morirme sin decirles estas palabras.

Tengo fe en ustedes. Les he escrito hechos muy duros, durante largo tiempo no sabía si volverles a hablar de lo que está pasando en el mundo. El peligro en que nos encontramos todos los hombres, ricos y pobres.

Esto es lo que ellos no saben, los hombres del poder. No saben que sus hijos, también están en esta pobre situación.

No podemos hundirnos en la depresión, porque es de alguna manera un lujo que no pueden darse los padres de los chiquitos que se mueren de hambre. Y no es posible que nos encerremos cada vez con más seguridades en nuestro hogares.

Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está afuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro.

Les escribo un verso de Holderlin:

El fuego mismo de los dioses día y noche nos empuja a salir adelante. ¡Ven!
Miremos los espacios abiertos, busquemos lo que nos pertenece, por lejano que esté.


Sí, muchachos, la vida de mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. Es nuestra misión.

No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que en el mundo entero, que su fin es promover el bien común.

La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia.

Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es un sustituto del paraíso.

La situación es muy grave y nos afecta a todos. Pero aún así, hay quienes se esfuerzan por no traicionar los nobles valores. Millones de seres en el mundo sobreviven heroicamente en la miseria. Ellos son los mártires.

Se los ve bajando de los trenes, de los ómnibus, después de inhumanas jornadas de trabajo, o desolados cuando no lo consiguen. Se les ve en las mujeres gastadas a los treinta años por los hijos y la urgencia de salir a trabajar por pagas miserables. Se les ve en los chicos de la calle, en los ancianos que duermen en los subtes. En todos los hombres abandonados en el sufrimiento y en su indigencia.

Una vez le preguntaron a Passolini por qué se interesaba en la vida de los marginados, como el protagonista de Mama Roma, y él respondió que lo hacía porque en ellos la vida se conserva sagrada en su miseria.

En un archivo donde colecciono papeles, recortes que me ayudan a vivir, tengo una fotografía del terremoto que destruyó hace años Concepción de Chile : una pobre india, que ha recompuesto precariamente su ranchito hecho de chapas de zinc y de cartones, está barriendo con una escoba ese pedazo de tierra apisonada delante de su casucha. ¡Y uno se hace preguntas teológicas! ¡Cuánto más demostrativa es la imagen de la pobre indiecita que sigue barriendo su casa y cuidando a sus hijos! Esta clase de seres nos revelan el Absoluto que tantas veces ponemos en duda, cumpliéndose en ellos, como dijera Holderlin, que donde abunda el peligro crece lo que salva.

Cada vez que hemos estado a punto de sucumbir en la historia nos hemos salvado por la parte más desvalida de la humanidad. Tengamos en consideración entonces las palabras de María Zambrano: “No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero”. Muchas utopías han sido futuras realidades.

Son muchos los motivos, me dirás, podrías decirme, para descreer de todo.

Los jóvenes como vos, herederos de un abismo, deambulan exiliados en una tierra que no les otorga cobijo. En este desguarnecimiento existencial y metafísico, sufren huérfanos de cielo y de techo. Comprendo tu congoja, el desconcierto de pertenecer a un tiempo en que se han derrumbado los muros, pero donde aún no se vislumbran nuevos horizontes. Falsas luminarias pretenden cautivar tu voluntad desde las pantallas. Debés de pensar que no hay un cambio posible cuando el valor de la existencia es menor que el precio de un aviso publicitario. El escepticismo se ha agravado por la creciente resignación con que asumimos la magnitud del desastre. La banalidad con que se degradan los sentimientos más nobles, degenerando al hombre en una patética caricatura, en un ser irreconocible en su humanidad.

Yo también tengo muchas dudas, y en ocasiones llego a pensar si son válidos los argumentos con que he intentado hallarle sentido a la existencia. Me reconforta saber que Kierkegaard decía que tener fe es el coraje de sostener la duda. Yo oscilo entre la desesperación y la esperanza, que es la que siempre prevalece, porque si no la humanidad habría desaparecido, casi desde el comienzo, porque tantos son los motivos para dudar de todo. Pero por la persistencia de ese sentimiento tan profundo como disparatado, ajeno a toda lógica -¡qué desdichado el hombre que sólo cuenta con la razón!- , nos salvamos, una y otra vez, sobre todo por las mujeres; porque no sólo dan la vida, sino que también son las que preservan esta enigmática especie. No en vano, en una de las culturas cuya sabiduría es milenaria, se creía que el alma de una mujer que moría en medio del parto, era conducida al mismo cielo que el guerrero vencido en un combate.

Por eso te hablo, con el deseo de generar en vos no sólo la provocación sino también el convencimiento.

Muchos cuestionan mi fe en los jóvenes, porque los consideran destructivos o apáticos. Es natural que en medio de la catástrofe haya quienes intenten evadirse entregándose vertiginosamente al consumo de drogas. Un problema que los imbéciles pretenden que sea una cuestión policial, cuando es el resultado de la profunda crisis espiritual de nuestro tiempo.

Yo reafirmo a diario mi confianza en ustedes. Son muchos los que en medio de la tempestad continúan luchando, ofreciendo su tiempo y hasta su propia vida por el otro. En las calles, en las cárceles, en las villas miseria, en los hospitales. Mostrándonos que, en estos tiempos de triunfalismos falsos, la verdadera resistencia es la que combate por valores que se consideran perdidos.

Durante mi viaje a Albania, conocí un muchacho llamado Walter, que había dejado su casa en la provincia de Tucumán, para ir a cuidar enfermos junto a la congregación de Teresa de Calcuta. Con cuánta emoción lo recuerdo. Siempre que veo las terribles noticias que nos llegan desde aquel entrañable país, me pregunto dónde estará, si acaso leerá estas palabras de reconocimiento a su noble heroísmo.

Son millones los que están resistiendo, vos mismo lo podés comprobar cuando ves a esos hombres y mujeres que se levantan a altas horas de la madrugada y salen a buscar un empleo, trabajando en lo que pueden para alimentar a sus hijos y mantener honradamente al hogar, por modesto que sea. ¿Te detuviste a pensar cuántos en todo el país comparten esta hambre por la dignidad y la justicia?

Miles de personas, a pesar de las derrotas y los fracasos, continúan manifestándose, llenando las plazas, decididos a liberar a la verdad de su largo confinamiento. En todas partes hay señales de que la gente comienza a gritar: “¡Basta!”. Lo mismo ocurre con el movimiento zapatista en México, y con todos los movimientos que nos advierten el peligro que corre el futuro del planeta.

Hay que recordar que hubo alguien que derribó al imperio más poderoso del mundo con una cabra y una rueca simbólica. Una salida posible es promover una insurrección a la manera de Ghandi, con muchachos como vos. Una rebelión de brazos caídos que derrumbe este modo de vivir donde los bancos han reemplazado a los templos.

Esta rebelión no justifica de ningún modo que permanezcas en una torre, indiferente a lo que pasa a tu lado. Ghandi advirtió que es una mentira pretender ser no violento y permanecer pasivo ante las injusticias sociales. Por el contrario, creo que es desde una actitud anarcocristiana que habremos de encaminar la vida.

Ya no quedan locos, se murió aquel manchego, aquel estrafalario fantasma en el desierto. Todo el mundo está cuerdo, terrible, monstruosamente cuerdo.

Esta locura, cuya ausencia León Felipe lamenta, es un acto similar a la del estoico Guevara, cuando abandonó todas las comodidades y partió hacia una lucha insensata en la selva boliviana, enfermo de asma, ya sin remedios para su mal; para terminar asesinado por despiadados y repugnantes bichos. ¿Qué importa si se equivocaba con el materialismo dialéctico? Eso mismo prueba su inocencia, su autenticidad. Luchaba por aquel Hombre Nuevo que hoy nos urge rescatar de los escombros de la historia. En su carta final les dice a sus padres: “Queridos viejos, otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo a mi camino con mi adarga al brazo”; y entonces sale en busca de lo que Rilke llamaría su muerte propia. Esa es su grandeza, que algunos consideran su chiquilinada, su tontería; pero estos gestos de heroísmo demencial son los que nos rescatan de tanta iniquidad, porque no se puede vivir sin héroes, santos ni mártires. Como esos estudiantes que en la plaza de Tian-An-Men, en una horrible masacre, murieron al imponerse ante el implacable acero de los tanques. Son ellos los que nos indican los caminos por los que la vida puede renacer.

Vivimos un tiempo en que el porvenir parece dilapidado. Pero si el peligro se ha vuelto nuestro destino común, debemos responder ante quienes reclaman nuestro cuidado.

Hace poco he visto por televisión a una mujer que sonreía con inmenso y modesto amor. Me conmovió la ternura de esa madre de Corrientes o del Paraguay, que lagrimeaba de felicidad junto a sus trillizos que acababan de nacer en un mísero hospital, sin abatirse al pensar que a éstos, como a sus otros hijos, los esperaba el desamparo de una villa miseria, inundada en esos momentos por las aguas del Paraná. ¿No será Dios que se manifiesta en esas madres? ¿Por qué tendría que manifestarse sólo en poetas como Juan de la Cruz o en las sagradas pinturas de Rouault?

Si toda la resistencia parece absurda cuando se presiente el fin, ¿por qué no detenernos a meditar en estos santos? ¿Acaso no son una muestra de que algo existe del otro lado del absurdo?

No sabemos si al final del camino, la vida aguarda como un mendigo que nos extenderá la mano.

Esta fe demencial, o milagrosa, se debe precisamente a que hemos llegado a tocar fondo. Es necesario preservar los lugares que existen hasta en los suburbios de las grandes ciudades, donde aún se conservan los atributos del hombre concreto de carne y hueso.

Cuando el mundo hiperdesarrollado se venga abajo, con todos sus siderántropos y su tecnología, en las tierras del exilio se rescatará al hombre de su unidad perdida. Y quizá, cuando despertemos de esta siniestra pesadilla, cuando un vacío de humanidad nos duela en el pecho, entonces recordaremos que alguna vez fuimos aquello que dijo René Char: “Seres del salto, no del festín, su epílogo”.

Me hablás de tu agitación, de una especie de temblor que te sobrecogió y aún perdura, luego de nuestra conversación en aquel café, al oirme decir estas palabras.

Debés perdonarme; a pesar de los años, no puedo evitar ser desmesurado en lo que considero fundamental.

Por otro lado, ¡hay temblores que son tan importantes! Porque anteceden a esa clase de decisiones que sacuden los cimientos de nuestra existencia y, aunque generen incomprensión, terminan repercutiendo en el destino de los demás. Los grandes creadores realizan sus obras bajo tensiones similares. Sólo lo que se hace apasionadamente merece nuestro afán, lo demás no vale la pena.

También yo quise huir del mundo. Ustedes me lo impidieron, con sus cartas, con sus palabras por las calles, con su desamparo.

Les propongo entonces, con la gravedad de las palabras finales de la vida, que nos abracemos en un compromiso : salgamos a los espacios abiertos, arriesguémosnos por el otro, esperemos, con quien extiende sus brazos, que una nueva ola de la historia nos levante. Quizá ya lo esté haciendo, de un modo silencioso y subterráneo, como los brotes que laten bajo las tierras del invierno.

Algo por lo que todavía vale la pena sufrir y morir, una comunión entre hombres, aquel pacto entre derrotados. Una sola torre, sí, pero refulgente e indestructible.

En tiempos oscuros nos ayudan quienes han sabido andar en la noche. Lean las cartas que Miguel Hernández envió desde la cárcel donde finalmente encontró la muerte :

Volveremos a brindar por todo lo que se pierde y se encuentra: la libertad, las cadenas, la alegría y ese cariño oculto que nos arrastra a través de toda la tierra.

Piensen siempre en la nobleza de estos hombres que redimen a la humanidad. A través de su muerte nos entregan el valor supremo de la vida, mostrándonos que el obstáculo no impide la historia, nos recuerdan que el hombre sólo cabe en la utopía.

Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido.


Tomado de su libro: "Antes del fin"
Aquí podrán una bellísima entrevista a Ernesto Sábato dando respuestas en referencia al libro.
En caso que no lo sabían, Sábato aún está en vida con 97 años de edad.

sábado, 4 de abril de 2009

Mi viaje a Guañizuil

He tenido la oportunidad de hacer un viaje hasta San Juan y pasar unos días en Guañizuil con motivos de sellar mi compromiso con este proyecto.
Desde mi llegada a la Argentina todo se fue dando como mucha magia y naturalidad. En cuanto bajé del avión mientras hacía la cola para el tramite de aduana me puse a conversar con una pareja de norteamericanos que viajaban con su hijita. Luego de unos cinco minutos entrados en la conversación les pregunté que hacían en Argentina, y para mi gran sorpresa, me dijeron que estaban muy desepcionados con la forma de vida en el país del norte y que estaban buscando lugares para unirse a algún proyecto alternativo con ideas de vida autosustentable. Para el momento que nos despedimos intercambiamos datos y varios puntos de vista en los cuales coincidíamos en sobremanera. Luego, durante mi estadía, los contacté y quedaron en acercarce a San Juan pronto. Para mí, más allá de lo que decidan hacer, fue muy fuerte la experiencia de encontrarme con personas con una misma misión, viniendo del mismo lugar y ambos dispuestos a dejar atrás la misma cultura y con motivos muy similares. Este encuentro fue algo que me puso en un marco de consciencia muy alerta y positivo desde el vamos.
Al llegar a Guañizuil tuve una impresión muy positiva del lugar. Además me tocaron unos días maravillosos. El paisaje es imponente y el aire increíblemente puro. Encontrarme con amigos que no había visto hacía muchísimos años me trajo recuerdos muy agradables. Observé que el lugar está bien cuidado y que ofrece una cantidad de condiciones y una extensión de tierras fértiles más que óptimas para cultivos y el desarrollo de muchos proyectos.
También hice varias visitas a Rodeo, el pueblo más cercano. Es un lugar muy pequeño y bastante pintorezco que ofrece varios servicios básicos, aunque me hubiera gustado indagar sobre ese aspecto. Estuve dentro de su pequeño hospital, la biblioteca, una de sus escuelas, pasé por la radio y entré en algunas de sus despensas.
En el área también hay varias movidas de turismo. Un día almorcé en el hotel Pismanta el cual estaba lleno de un contingente de turistas. En ese momento eran principalmente jubilados y jubiladas. Dentro del hotel tienen tinas de aguas termales. Hay otro complejo turístico que está en construcción y que tiene un perfil de alto nivel. No obstante, los arquitectos y diseñadores tuvieron el buen gusto y la precaución de hacer un proyecto que no contraste con el lugar, sino mas bien enfatiza la belleza natural del paisaje local tanto en la construcción como en la jardinería.
Tuve la oportunidad de visitar la guardería de windsurf Puerto Palos y también compartir una tarde con los chicos que la montaron. Ellos son una historia aparte, un historia muy linda de contar...quizás en otra oportunidad. Como estos chicos que son dos hermanos cordobeces con sus respectivas esposas e hijitos, hay otros forasteros. Algunos de los nuevos residentes de Rodeo y las inmediaciones son de Buenos Aires, otros de Córdoba y algunos de otros países como Francia, Suiza e Italia.
Finalmente me decidí a comprar un terreno y hacer los arreglos con Felipe y Alberto (los dos muy dotados en el tema de la arquitectura y construcción) para que comiencen con los planos y diseños para construir una casita de adobe.
Por otro lado, mi idea principal para ocuparme en este proyecto intencional es la dirección y creación de una escuela primaria para nuestros hijos y quien quiera sumarlos. Una grata sorpresa, otra de las inésperadas quasi mágicas respuestas, fue el encontrarme con el edificio de la escuela ya en pie dentro de la estancia.
Este edificio fue originalmente usado como escuela rural y casa para el maestro. Hasta todavía se pueden ver por aquí y por allá algunos pupitres diseminados por diferentes lugares. En la actualidad el edificio y la parcela en la que se encuentra (una hectárea y media toda cercada) no tiene un uso específico pero está en perfectas condiciones. La prospecto de la activación de esta escuela y la posible subvención del estado para salir adelante ofreciendo educación gratuita a todos los niños me dio un empuje y un aliciente muy fuerte para seguir adelante con este plan.
Finalmente, en mi viaje de regreso, tuve otra fuerte sacudida de consciencia. Decidí tomar, completamente al azar, un libro de la biblioteca de mi hermano para leer en el viaje de regreso. Con tanta suerte tomé un libro que me ocupó mis pensamientos desde que el avión despegó de Buenos Aires hasta que aterrizó en Chicago. Literalmente fue lo único que hice ya que quedé absorto leyendo las palabras de Ernesto Sabato en su libro "Antes del Fin". Al final del libro... al final de mi viaje... me encuentro con estas palabras con las que este héroe de nuestro siglo culmina su "pacto entre derrotados": ...Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido.
Quizás si leen este pacto y le suman toda la emoción amontonada de haber encontrado un lugar, gente y una esperanza donde depositar los sueños y aspiraciones de toda una vida puedan compartir la sacudida que estas palabras tuvieron en mi ser.
Tal como dice el cliche, fue el broche de oro a este viaje, poniéndo un sello a mi compromiso con una utopía inevitable frente al inminente suicidio social y espiritual de nuestros tiempos. Puede que enfrentemos una crisis de ideologías, pero bajo ningún aspecto podemos darnos el lujo de una crisis de ideales.

Un abrazo fraterno,
Antonio