El tema de las semillas es algo que me ha estado rondando por la cabeza en los últimos días. Artículos, libros, videos y conversaciones se manifestaron para de alguna manera hacerme prestarle atención al tema. Las semillas son la expresión primitiva y posiblemente una de las formas más claras de 'volver a la fuente' o al origen de las cosas. La agricultura e incluso la ganadería están fundamentadas en el uso de semillas para la producción. Con el gran apogeo industrial y capitalista que experimentamos en estos tiempos, la semillas están cada vez más en manos de superproductores que las patentan, modifican, las alteran genéticamente y monopolizan su comercialización. Monsanto y Cargil son los que dominan la industria y sus tentáculos son tan extensos que no hay parte del planeta que no se vea afectado por sus operaciones y por los efectos de sus desiciones. Por eso personas en varias partes del globo hacen esfuerzos por salvar las semillas, reproducirlas y exparcirlas entre la gente. Esta tarea generalmente se encuentra obstaculizada por estos megaproductores que atropellan con sus tácticas opresivas y asficciantes.
Para producir las semillas de manera natural y sostenible es imprescindible que haya polenización abierta y biodiversidad. La polenización se logra gracias a insectos como las abejas y algunos pájaros (aunque también el viento y otros agentes naturales pueden asistir en este proceso pero no tan efetivamente). La biodiversidad se logra plantando determinada variedad de cultivos evitando los monocultivos. Ambas cosas están en completa crisis. Por un lado, la población de abejas está amenazada por el uso de pesticidas, abonos químicos, etc. Esto ha dado origen al efecto conocido en inglés como colony collapse disorder o CCD (el colapso de la colonia). Muchos científicos ya han dado a conocer como el colapso de la colonia de abejas presenta una amenaza global no solo a la producción agrícola en particular sino a la nutrición de la humanidad en su totalidad. Por otro lado, la agricultura/ganadería factoría y comercial con sus monocultivos de maíz, soja, girasol, etc. presentan otro importante desafío. Sumadamente existe el Terminator Technology que es la producción de semillas que producen plantas estériles, sin la capacidad de producir semillas para perpetuarse de este modo obligan a los agricultores a comprar semillas y crean una dependencia económica esclavizante. En muchos casos las compañias que venden semillas obligan a los agricultores a firmar contratos acerca de uso determinado de las semillas, el tipo de fertilizantes y pesticidas que deben usar, así tornándose la fuerza determinadora del tipo de agricultura a practicar modelando la industria para su propio beneficio. Gracias a las leyes que las corporaciones logran implementar para salvaguardar sus derechos y explotar al productor y a los consumidores el control de las prácticas agrícolas ejercido por estas corporaciones no solo es prevalente dentro de los Estados Unidos sino también en el mercado internacional.
Existen entidades dedicadas a salvaguardar las semillas como el Seed Saving Institute o el Organic Seed Alliance y varias otras en los Estados Unidos y diferentes organismos en otros países como Canada y Australia y muy posiblemente en otros lugares. Además hay personas muy comprometidas tal como la activista y física nuclear Vandana Shiva, quien tiene un proyecto para no solo salvar semillas sino para educar a los agricultores sobre el uso la conservación de semillas milenarias y resistentes a los cambios climáticos. Un documental muy interesante que vi a este respecto se llama Bullshit (puse la colilla abajo) que se traduce del inglés como 'bosta de toro' pero en verdad es una expresión idiomática muy común para referirse a un engaño o una farza. Lo irónico es que los opositores de Vandana Shiva le dieron el Premio Bullship por su liderazgo en mantener la pobreza ya que según ellos Vandana convence a los pobres de no tomar ventajas de la globalización y el nuevo desarrollo tecnológico y genético en el agro. Este documental sigue a Vandana Shiva por dos años exponiendo su lucha y el efecto devastador que las corporaciones como Monsanto, y Coca-Cola tienen en la vida de los pequeños productores y el medio ambiente. Además muestra el nuevo fenómeno de un elevado número de suicidios y de bancas rotas entre los agricultores indúes al verse enfrentados con deudas irreparables hacia las corporaciones que les proveen semillas. El hecho que esto haya llegado a zonas como India y el resto del sur de Asia es alarmante ya que en estos lugares la tradición de utilizar las semillas para futuras cosechas es muy antigua y comúnmente practicada.
